¿Qué puedo hacer ahora para ahorrar dinero en invierno?

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Analizar y controlar los gastos que se avecinan para no tener sorpresas en los próximos meses.

Planificar es una de las claves para controlar el gasto, especialmente los gastos básicos. Llevar una buena planificación significa hacer un análisis de la situación económica cada cierto tiempo. Este pequeño ejercicio ayudará a reducir algunos gastos futuros o, incluso, a eliminarlos.

Septiembre es un buen momento para revisar la economía doméstica si el objetivo es llegar a final de año con la economía saneada. Todavía se puede planificar el último periodo del año y analizar si podemos reducir alguno de los gastos que se avecinan para lograrlo. La vuelta al cole marcará las cuentas los próximos meses. Según un estudio de la OCU el gasto medio previsto para el próximo curso será de 1.212€ y una buena parte se paga en septiembre. Pero no solo ese es un gasto representativo de la última etapa del año, también están la calefacción o las fiestas navideñas por ejemplo.

Hay características personales propios que requerirán una atención singular, pero también hay varios puntos generales que se pueden revisar.

La calefacción: ahora que todavía no hace falta encender radiadores es un buen momento para hacer una revisión al sistema de calefacción que haya en casa. La revisión puede que suponga realizar un pago ahora, pero es preferible pagar una pequeña cantidad ahora y prevenir futuros gastos mayores. Las averías suelen empezar por pequeñas incidencias.

Otra vía de escape de la calefacción y, por tanto, del dinero que utilizamos para calentar el hogar son las fugas de aire a través de ventanas o puertas. Arreglar las salidas indeseadas de aire supondrá un ahorro en la factura de la calefacción.

La energía que proporciona la calefacción también será un punto a revisar. Toca hacerse la pregunta de si es la adecuada. ¿Podemos obtener la misma eficiencia a un menor precio? ¿Conviene un cambio a gas natural? ¿Me interesa tener calefacción eléctrica? Hacer una simulación de todas las posibilidades es recomendable para saber si hay una fuente de suministro que nos permita ahorrar dinero.

La electricidad: es una factura que se lleva una buena partida de lo que se gasta en suministros del hogar. Además, si el sistema de calefacción es eléctrico esta se puede incrementar bastante durante los próximos meses de otoño e invierno. Un buen motivo para revisar la factura. Empezar por saber si la compañía actual es la que más nos interesa es un buen paso. Con la liberación del mercado las ofertas de las compañías se han ampliado y puede que haya alguno que interese más que la contratada. Señalar que el cambio no supone un corte de suministro eléctrico en ningún momento, algo que de no ser así echaría atrás a más de uno.

También es importante asegurarse de que el tramo de energía contratada es la adecuada y no es superior a la necesaria. Este pago es un importe fijo que de variar afectará a todas las facturas de los próximos meses.

Otras medidas a tomar conciernen a la instalación, es buen momento para valorar si merece la pena hacer una revisión para detectar posibles averías. Además, habrá que preguntarse si podemos sustituir los aparatos que funcionan con electricidad por otros más eficientes. Hacerlo con grandes electrodomésticos, como el frigorífico o la televisión, puede ser algo costoso, pero siempre se puede empezar por algo más simple como sustituir las bombillas por leds.

Internet y la tarifa telefónica: las tarifas que ofrecen las compañías de telefonía son fluctuantes y cambian con bastante asiduidad. Septiembre es un mes en el que tradicionalmente las compañías lanzan cambios y ofertas en sus productos. Toca informarse, comparar y ver si tenemos contratado lo que más interesa.

La vuelta al cole es un punto de inflexión en el año para aquellas familias que tienen niños. Por una parte está la vuelta a una rutina y con ella llevar a los niños al colegio, recogerlos o acudir a las actividades extraescolares. Por otra parte están los gastos de principio de curso referentes a la compra de libros, cuadernos o la mochila. Según un estudio de la OCU los gastos medios por alumno al año serán de casi 850€ en los centros públicos, 1850€ en colegios concertados y algo más de 4.000€ en un colegio privado; gran parte de este gasto se desembolsa en septiembre.

Hay recomendaciones bastante efectivas en el gasto inicial para la vuelta al cole. Los libros se llevan una partida importante en este primer momento así que podrás optar por alternativas como tratar de intercambiarlos. Las asociaciones de padres en muchos centros ponen facilidades para conseguir los intercambios de libros de texto. Además de los libros de texto están los libros de lectura, en este caso optar por inscribirse en la biblioteca municipal será más económico que comprarlos. Una ventaja añadida será que el niño tendrá acceso a muchos otros libros además de los recomendados.

Otros gastos que afrontan muchos padres en este primer momento son los referentes al material escolar. Lo recomendable es espaciar los gastos del material escolar y evitar comprarlos todos en un primer momento para evitar un desembolso inicial mayor. Si las libretas que se recomiendan no se van a utilizar todas desde el primer día, podremos espaciar su compra. También si la mochila del año pasado se puede utilizar un par de meses más también se podrá esperar para comprar una nueva. Esto nos permitirá tomar ventaja en caso de que haya cambios y, por tanto, evitaremos gastar el dinero de forma inapropiada.

Este truco también se podrá aplicar al uniforme. Además, en ambos casos hay que comparar ofertas antes de comprar. Los precios de un establecimiento a otro varían sustancialmente e invertir un poco de tiempo en esto no pasará desapercibido en el gasto total.

Fuente el país: https://economia.elpais.com/economia/2017/08/31/ahorro_inteligente/1504175120_239093.html

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